CRISTIANOS



Entrevista al responsable de la Comunidad Ecuménica Horeb-Carlos de Foucauld

Ashley


La Comunidad Ecuménica Horeb-Carlos de Foucauld ha sido aprobada recientemente como nueva asociación privada de fieles del arzobispado de Barcelona. Su responsable general, el filósofo y teólogo José Luis Vázquez Borau, nos explica las particularidades de esta comunidad virtual extendida por todo el mundo y que se sustenta en la experiencia de desierto de sus miembros.

¿Qué significa para la Comunidad Horeb la aprobación de sus estatutos por parte del arzobispado de Barcelona?

La Comunidad Ecuménica Horeb- Carlos de Foucauld es una unión espiritual más allá del espacio y del tiempo, entre hermanos y hermanas seguidores de Jesús de Nazaret.

En el carisma del hermano Carlos de Foucauld intentamos vivir, de una manera especial, como hizo Jesús, el tiempo de desierto, el silencio interior, ya sea en la ciudad o en lugares apartados.

Nuestra misión es la intercesión ecuménica, el diálogo interreligioso y el compromiso por la paz fundamentada en la justicia.

La aprobación de los estatutos por parte del arzobispado de Barcelona es dar carta de reconocimiento eclesial a este camino y un motivo de profundo agradecimiento a nuestro querido cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y a su buen obispo auxiliar, Sebastià Taltavull.

Dan especial relevancia al «tiempo de desierto»...

Los hermanos y hermanas de la Comunidad Horeb, según sus posibilidades, tienen un rincón, un espacio, un pequeño oratorio, una capilla..., presididos por un icono de Cristo y de la Virgen, donde pasan un tiempo de silencio-adoración.

En este tiempo de desierto se dejan todas las preocupaciones, y cuando sales de este tiempo, sin saber cómo, encuentras las respuestas a las preguntas interiores...

En el silencio maduramos las grandes decisiones, florece toda nuestra creatividad humana... Y en la paz de Cristo es el momento de la intercesión.

¿Recomienda en verano dedicar un tiempo a hacer experiencia de desierto?

Sí, por supuesto. La vida tiene unos ritmos: acción-descanso; exterioridad- interioridad. Necesitamos detenernos para encontrar el sentido de la vida, para dejar aflorar nuestra inteligencia espiritual.

Si nutrimos nuestra experiencia racional con los pensamientos, y nuestra inteligencia emocional con los sentimientos, nuestra inteligencia espiritual sólo se alimenta del silencio.

En el silencio surgen grandes cosas. Es importante escuchar la voz interior de nuestra conciencia, donde habita el Espíritu, para saber quiénes somos, cuál es nuestra vocación y ver cómo debemos comportarnos.

¿A Dios se le encuentra en el desierto?

Dejo hablar al hermano Carlos de Foucauld en sus escritos espirituales: «Es necesario pasar por el desierto y permanecer allí para recibir la gracia de Dios: es en el desierto donde nos vaciamos y nos desprendemos de todo lo que no es Dios, y donde se vacía completamente la casita de nuestra alma para dejar todo el espacio sólo a Dios...

Es un tiempo de gracia. Es un tiempo que debe pasar toda alma que quiera dar fruto; es necesario este silencio, este recogimiento, este olvido de todo lo creado, donde Dios establece en el alma su reino, y forma en ella el espíritu interior, la vida íntima con Dios, la conversación del alma con Dios en la fe, la esperanza y la caridad...

Y es en la soledad, en esta vida a solas con Dios, en el recogimiento profundo del alma que olvida todo lo creado para vivir sólo en unión con Dios, donde Dios se da completamente a quien se da enteramente a Él» (Obras espirituales, 72).





El “mea culpa” de Francisco hacia los evangélicos

Las sobrias palabras que usó Papa Francisco durante el diálogo con la comunidad evangélica pentecostal del pastor Giovanni Traettino en Caserta forman parte del camino inaugurado por San Ju...an Pablo II en ocasión del Jubileo del año 2000. En aquella ocasión y para aquella ocasión, Papa Wojtyla quiso que se hiciera un gesto penitencial, una petición de perdón por las culpas y los errores cometidos por los cristianos y por los hombres de la Iglesia durante la historia. La iniciativa, que provocó las furias de algunos cardenales que temieron peticiones de perdón poco fundadas en la realidad de los hechos históricos, correspondía al corazón de Juan Pablo II: la Iglesia no tenía miedo en reconocer la infidelidad, los excesos, las instrumentalizaciones, la violencia, que en el nombre del Dios cristiano habían sido perpetrados durante siglos. Comportamientos que nada tiene que ver con el Evangelio.

Las disculpas de Papa Francisco a los pentecostales recordaron sobre todo lo que sucedió durante el fascismo, cuando los pastores fueron deportados y destruidas las Iglesias; después, los movimientos evangélicos fueron declarados «nocivos a la identidad física y psíquica de la raza» italiana. Muchos eclesiásticos callaron entonces e incluso, gracias a las denuncias de algunos párrocos, la policía secreta del régimen detuvo a muchos evangélicos. Las leyes y las medidas fueron aprobadas por cristianos, por bautizados. Francisco, ahora, pretende contener el uso demasiado exagerado que los católicos dan a la palabra “secta” para referirse a estas nuevas realidades.

Más allá de la amistad personal entre Bergoglio y Traettino (que fue la que permitió este encuentro) Francisco se dirigió nuevamente a Caserta para visitar a la comunidad, porque conoce muy bien a los pentecostales y, en general, a los nuevos movimientos carismáticos cristianos. Se trata de grupos que están conquistando a muchas personas, sobre todo en los países de América Latina.

Desafiando los recelos y las contrariedades, tanto las que se viven entre los católicos como las de los pentecostales y otros protestantes (que han considerado escandaloso que Traettino recibiera al Papa), Francisco demuestra que ve con mucha atención una realidad que no puede seguir siendo ignorada y que hoy en día cuenta, como indicó el profesor italiano Massimo Introvigne, con más de 600 millones de fieles, es decir casi una tercera parte de los cristianos del mundo (además de representar tres cuartos de los alrededor de 800 millones de protestantes). Una realidad que está creciendo y que tiene un gran dinamismo misionero. (Vatican Insider) 



Foto: El “mea culpa” de Francisco hacia los evangélicos

Las sobrias palabras que usó Papa Francisco durante el diálogo con la comunidad evangélica pentecostal del pastor Giovanni Traettino en Caserta forman parte del camino inaugurado por San Juan Pablo II en ocasión del Jubileo del año 2000. En aquella ocasión y para aquella ocasión, Papa Wojtyla quiso que se hiciera un gesto penitencial, una petición de perdón por las culpas y los errores cometidos por los cristianos y por los hombres de la Iglesia durante la historia. La iniciativa, que provocó las furias de algunos cardenales que temieron peticiones de perdón poco fundadas en la realidad de los hechos históricos, correspondía al corazón de Juan Pablo II: la Iglesia no tenía miedo en reconocer la infidelidad, los excesos, las instrumentalizaciones, la violencia, que en el nombre del Dios cristiano habían sido perpetrados durante siglos. Comportamientos que nada tiene que ver con el Evangelio. 

Las disculpas de Papa Francisco a los pentecostales recordaron sobre todo lo que sucedió durante el fascismo, cuando los pastores fueron deportados y destruidas las Iglesias; después, los movimientos evangélicos fueron declarados «nocivos a la identidad física y psíquica de la raza» italiana. Muchos eclesiásticos callaron entonces e incluso, gracias a las denuncias de algunos párrocos, la policía secreta del régimen detuvo a muchos evangélicos. Las leyes y las medidas fueron aprobadas por cristianos, por bautizados. Francisco, ahora, pretende contener el uso demasiado exagerado que los católicos dan a la palabra “secta” para referirse a estas nuevas realidades. 

Más allá de la amistad personal entre Bergoglio y Traettino (que fue la que permitió este encuentro) Francisco se dirigió nuevamente a Caserta para visitar a la comunidad, porque conoce muy bien a los pentecostales y, en general, a los nuevos movimientos carismáticos cristianos. Se trata de grupos que están conquistando a muchas personas, sobre todo en los países de América Latina. 

Desafiando los recelos y las contrariedades, tanto las que se viven entre los católicos como las de los pentecostales y otros protestantes (que han considerado escandaloso que Traettino recibiera al Papa), Francisco demuestra que ve con mucha atención una realidad que no puede seguir siendo ignorada y que hoy en día cuenta, como indicó el profesor italiano Massimo Introvigne, con más de 600 millones de fieles, es decir casi una tercera parte de los cristianos del mundo (además de representar tres cuartos de los alrededor de 800 millones de protestantes). Una realidad que está creciendo y que tiene un gran dinamismo misionero.  (Vatican Insider)





El Papa pide paz para Medio Oriente, Irak y Ucrania: ¡Deténgase por favor! ¡Se lo pido con todo el corazón!


Papa Francisco. Foto: Alberto Chinchilla / ACI Prensa
Papa Francisco. Foto: Alberto Chinchilla / ACI Prensa
VATICANO, 27 Jul. 14 / 08:19 am (ACI/EWTN Noticias).- 

El Papa Francisco reiteró hoy su llamado a la paz para Medio Oriente, Irak y Ucrania, y pidió a las partes en conflicto “¡Deténgase por favor! ¡Se lo pido con todo el corazón!”, alentando a no repetir los errores del pasado que llevaron a la Primera Guerra Mundial.

En sus palabras posteriores al rezo del Ángelus, el Santo Padre señaló que “mañana se cumple el centésimo aniversario del estallido de la Primera Guerra Mundial, que causó millones de víctimas e inmensas destrucciones. Este conflicto, que el Papa Benedicto XV calificó como ‘inútil masacre’, desembocó, después de cuatro largos años, en una paz que resultó más frágil”.

“Mañana será una jornada de luto en recuerdo de este drama. Al tiempo que recordamos este trágico suceso, expreso el anhelo de que no se repitan los errores del pasado, sino que se recuerden las lecciones de la historia, haciendo que prevalezcan siempre las razones de la paz, mediante un diálogo paciente y valiente”.

Francisco indicó que “en particular, hoy mi pensamiento se dirige hacia tres áreas de crisis: la de Oriente Medio, la iraquí y la ucraniana. Les pido que sigan uniéndose a mi oración para que el Señor conceda a las poblaciones y a las autoridades de esas áreas la sabiduría y la fuerza necesarias para llevar adelante con determinación el camino de la paz, afrontando toda contienda con la tenacidad del diálogo y de la negociación y con la fuerza de la reconciliación”.

“Que no se pongan en el centro de cada decisión los intereses particulares, sino el bien común y el respeto de cada persona”.

El Papa pidió que “¡recordemos que todo se pierde con la guerra y nada se pierde con la paz!”.
“Hermanos y hermanas ¡nunca la guerra! ¡nunca la guerra!. Pienso sobre todo en los niños a los que se les arrebata la esperanza de una vida digna, de un futuro: niños muertos, niños heridos, niños mutilados, niños huérfanos, niños que tienen como juguetes residuos bélicos, niños que no saben sonreír ¡Deténgase por favor! ¡Se lo pido con todo el corazón! ¡Es hora de detenerse! ¡Deténgase por favor!”, concluyó.






"El Papa recibe al primado de la Iglesia Anglicana: grandes santos, maestros y comunidades atestiguan nuestras raíces comunes" La constatación de que el objetivo de la unidad plena puede parecer lejano pero es siempre la meta del camino ecuménico, y la preocupación común por los males de la humanidad, en particular el tráfico de seres humanos, han sido algunos de los temas claves del encuentro de... 

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