viernes, 28 de octubre de 2016

COMUNICADO CONJUNTO DE CRISTIANOS Y MUSULMANES SOBRE EL EXTREMISMO, EL DIÁLOGO Y LA PAZ


COMUNICADO CONJUNTO DE CRISTIANOS Y MUSULMANES SOBRE EL EXTREMISMO, EL DIÁLOGO Y LA PAZ.

Comunicado conjunto emitido por las delegaciones que representan al Consejo Mundial de Iglesias y al Consejo Musulmán de Ancianos en la reunión celebrada del 30 de septiembre al 1 de octubre de 2016 en Ginebra (Suiza).

La reunión histórica del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el Consejo Musulmán de Ancianos, presidida por el gran imán de Al-Azhar, Su Eminencia el Prof. Dr. Ahmad al-Tayyeb, tuvo lugar en la sede del CMI en Ginebra y en su Instituto Ecuménico del Château de Bossey (Suiza) del 30 de septiembre al 1 de octubre de 2016. La delegación del Consejo Mundial de Iglesias –encabezada por la Dra. Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del CMI, y el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general– dio una calurosa bienvenida al gran imán y a la delegación del Consejo Musulmán de Ancianos.

Hubo dos sesiones de conversaciones sobre aspectos clave del diálogo interreligioso, la lucha contra el extremismo religioso y la construcción de la paz. La reunión también contó con una conferencia pública a cargo del gran imán sobre el papel de los dirigentes religiosos en la construcción de la paz. Esta ponencia tuvo lugar en el Instituto Ecuménico de Bossey como parte de las celebraciones con motivo de su 70º aniversario.

La principal preocupación de la reunión era la paz y, concretamente, el papel de las religiones, los dirigentes religiosos y las organizaciones confesionales a la hora de crear una cultura de paz y prácticas de consolidación de la paz. Como hijos de Abrahán, estamos de acuerdo en que la humanidad fue creada para compartir los dones del amor y la compasión, la paz y la misericordia, y la honestidad y la sinceridad.

El fructífero debate de la reunión se centró especialmente en el papel fundamental de las religiones y los dirigentes religiosos en la construcción de la paz, la interrelación entre la pobreza y la violencia causada por motivos religiosos, la importancia de la instrucción religiosa y la cooperación interreligiosa como medios para combatir el extremismo al mostrar señales de esperanza, y la necesidad de permitir que los jóvenes sean miembros plenos de sus sociedades y sus comunidades religiosas. En la reunión se afirmó asimismo la necesidad de que los miembros de todas las comunidades religiosas tengan los mismos derechos y responsabilidades como ciudadanos en sus respectivos países.

Nos comprometemos a trabajar juntos en el próximo año sobre los siguientes puntos:

  • Rechazar todas las formas de extremismo y discriminación basadas en la religión, la raza, el sexo y el origen étnico.

  • Alentar a los líderes espirituales a que trabajen con los organismos y autoridades nacionales competentes para mejorar la presentación y enseñanza de la religión.

  • Apoyar y reproducir iniciativas como la “Casa de la Familia” creada por Al Azhar y la Iglesia Ortodoxa Copta en Egipto.

  • Analizar juntos las maneras de afirmar las contribuciones vitales que las mujeres pueden hacer, especialmente a la construcción de la paz inspirada en la religión.

  • Fortalecer el compromiso de la gente joven en nuestras comunidades religiosas.

  • Promover el fin de la carrera armamentística que amenaza la seguridad de todos los pueblos, y alentar en su lugar el uso de los recursos nacionales para combatir la pobreza, la ignorancia y las enfermedades que oprimen tanto a los países pobres como a los ricos.


Apelamos a todos los dirigentes religiosos para que trabajen y luchen por la justicia y la paz para una humanidad.

Al final de la reunión, ambas partes acordaron continuar y convocar una próxima reunión en marzo de 2017 en El Cairo (Egipto).

martes, 25 de octubre de 2016


Está estrechamente vinculado con la escucha.
         Podemos preguntarnos y ¿qué hacemos en el vacío? La respuesta es escuchar, escuchar nítidamente la voz del Otro, de los otros y de nosotros mismos, que es esencial en cualquier diálogo y mucho más en el inter-religioso en el que las partes somos tan diferentes. Para ello necesitamos cierto silencio tanto interior como exterior.
         La auténtica búsqueda nos conduce hacia el sonido del Absoluto venga desde donde venga, y nos aleja del ruido de nuestro propio ego y del mundo.
         La escucha está muy relacionada con el cerebro profundo, con la intuición, la contemplación. En cambio el hablar es más cortical, más superficial.  
         La escucha es una actitud esencial en todas las religiones:
                   *“Escucha, hijo, los preceptos del Maestro, e inclina el oído de tu corazón”, le dice San Benito al que se acerca al monacato.
                   *“Shema Israel”, escucha Israel (Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es uno).
                   *El almuecín canta varias veces al día el “adhan” (que deriva de dn:oir), la llamada a la oración, para convocar a los fieles musulmanes.
          Tenemos que ser conscientes de que en el diálogo interreligioso no estamos escuchando cualquier palabra, es una Palabra que, como mínimo, ha conducido a millones de seres humanos y durante cientos de años hacia Dios, la Verdad, la plenificación. Es una Palabra que ha producido seres humanos extraordinarios, santos, y que tenemos la dicha de poder oír, quizás por primera vez, gracias a nuestro interlocutor.

Necesita una atención vigilante y una consciencia lúcida.
         Los primeros monjes cristianos ya se dieron cuenta de que oír y escuchar no eran procesos sinónimos, la diferencia se encontraba en la atención, que era un gran foco con el que podían iluminar los fenómenos de la realidad. En la medida en que se hallasen más despiertos y conscientes estarían más capacitados para comprometerse con la vida que Dios les regalaba.
         La atención y la consciencia son dos elementos esenciales para el conocimiento en general y mucho más cuando se trata de algo tan novedoso como puede resultar otra religión. Necesitamos una atención potente, una mente ecuánime y una consciencia libre de prejuicios para poder comprender otros principios.  
         Nuestro pensamiento, la consciencia, siempre rebusca en el baúl de la memoria alguna imagen con la que comparar la realidad para entenderla, por lo que tenemos que permanecer vigilantes para no desvirtuar su novedad y diferencia y llevarlos a nuestro terreno. Son grandes las diferencias y las dificultades de entendimiento entre el universo racional occidental y el conocimiento espontaneo y directo oriental, por lo que necesitamos cultivar mucho la consciencia.        

         Resulta muy relevante que todas las religiones coinciden en la importancia que otorgan a la atención. Para las tradiciones orientales es casi la quintaesencia, pero también es fundamental para los cristianos, judíos y musulmanes. Si bien los fines son diferentes, el instrumento es el mismo y en su estudio y desarrollo podríamos converger los fieles de las religiones del mundo. ¿Y si la atención se convirtiera en el nexo de unión de las grandes tradiciones religiosas y filosóficas mundiales?